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Estar embarazada de más de un bebé.

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La noticia de un embarazo múltiple suele ser a menudo controvertida: por salirse de lo habitual a veces genera temores, dudas y cuestionamientos respecto a la propia capacidad de poder afrontar ese gran desafío.

A nivel social, muchas veces la reacción colectiva es la de echarse las manos a la cabeza: feedback que en general no suele ser muy adecuado a las necesidades emocionales de la futura madre de múltiples, que en esos momentos lo que menos necesita es que le hagan sentir que está viviendo una tragedia.

Cierto es que estar gestando a más de un bebé tiene sus particularidades…sin embargo éstas no son sinónimo de riesgo, de problemas, ni de cesárea. Como cada gestación, en el caso de los múltiples es absolutamente factible vivir un embarazo sin complicaciones y mucho de esto (aunque no todo) depende de que nosotras mismas nos lo creamos y atravesemos este proceso con la plena conciencia de que esto es posible…En realidad, nada distinto a un embarazo de un solo bebé en este aspecto, donde la autoconciencia de la madre como mujer sana y que se encuentra atravesando el camino de dar vida es radicalmente diferente y positiva frente a la convicción de vivir el embarazo como algo similar a una patología, donde se espera/ teme constantemente que algo vaya mal.

En la web de El parto es nuestro puedes encontrar un apartado especial sobre "Parto Múltiple" donde aclarar dudas, ampliar información y lecturas recomendadas sobre este tema.

También puedes contactar a través del correo multiples@elpartoesnuestro.es donde encontrarás el apoyo y la información de madres pertenecientes a nuestra asociación que han tenido bebés múltiples.

Por favor, comparte esta información a quien creas que pueda interesarle. 

¡Vuestras consultas son bienvenidas!

 

Leda di Croce


Impresiones de la asamblea anual de El Parto es Nuestro 2014

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[Imagen 1: foto de grupo]

Os dejamos algunas de las impresiones que las socias que pudieron asistir a nuestra asamblea anual han compartido con nosotras. Las que estuvimos, ya estamos deseando que llegue la del año que viene. Y a las que no pudisteis venir, deseamos que estas líneas os acerquen y os transmitan lo que se vivió allí. 

«Solo me sale decir gracias, siento un agradecimiento enorme tras este sábado. A pesar del agotamiento, a pesar de la tristeza por la socias que no han podido venir, a pesar de la parte "burocrática" por la tarde, a pesar de todo, me lo he pasado en grande y agradezco esta inyección de energía, de saber una vez más que somos tantas en este proyecto, y que esto vale la pena, y mucho. Y agradezco esa sensación de sentirme viva, muy viva. Me emocionó pensar en que estamos trabajando por nuestros hijos e hijas. No perdamos nunca de vista este objetivo, por encima de todas las dificultades que se puedan presentar en el camino.»

«Estoy agradecida por haber podido compartir una vez más unas horas con tantas mujeres valientes, maravillosas, llenas de energías y emociones. Gracias.»

«Para mí lo mejor fue ver a tantas mujeres con verdaderas ganas de trabajar; mujeres, madres, excelentes profesionales de campos muy diversos luchando por la misma causa... tanta y tan poderosa energía femenina dirigida y enfocada con un propósito firme, conspirando con una enorme potencia para que nuestros hijos e hijas no tengan que pasar por lo que hemos pasado muchas de nosotras...»

[Imagen 2: foto del comienzo de la asamblea]

«Al principio no vi, solo escuché. Escuché el testimonio de alguien por el altavoz. Y los ojos se me llenaron de lágrimas. Vi a un "papá deambulante" y se lo comenté: “Jo, aún no he entrado y ya estoy llorando.” Fue una asamblea ante todo emotiva. Creo que lo más importante de las asambleas y de El Parto es Nuestro son las experiencias personales de cada una porque esa es la razón de que estemos ahí. Me quedo con lo que dijo Marta: somos personas y defender nuestro parto es defender un derecho humano. Nuestra dignidad y nuestro honor. Y por supuesto el de nuestros hijos. Me paró Mónica y nos abrazamos con Ingrid. Y le dio, para mí, un beso sagrado en su suave cabecita. Mónica sabe que mi hija estará siempre protegida por su ángel Adriana.
El final de esa jornada, la única a la que acudí, culminó con un fuerte dolor de cabeza probablemente causado por tanta emoción concentrada. Vi a más de una socia tomando un paracetamol para mitigarlo. Intenso.»

«Nosotras, mujeres, parturientas, sabemos mejor que nadie la importancia del cuerpo y esta asamblea ha sido puro cuerpo, emoción y cuerpo, y el cuerpo de base del proyecto El Parto es Nuestro. ¡¡Ahora estamos más cerquita y con las fuerzas renovadas!!»

«La asamblea anual es el momento en el que tanto trabajo virtual y deslocalizado se junta, se abraza, se pone cara y voz. Da igual que vayamos muchas o pocas, siempre es un encuentro cálido donde te das cuenta de que llevamos mucho hecho, pero todavía queda mucho más por hacer, y hasta que la última mujer no tenga el parto que desea, respetado e informado, seguirá siendo necesaria la existencia de esta gran asociación.»

«Ha ido una reunión llena de grandes emociones, grandes ausencias, pero también grandes esperanzas de continuidad y renovación, de que pasito a pasito se van ganando pequeñas cosas. Me he quedado con un sentimiento de serenidad y desahogo tras ese único día al que pude ir. ¡Necesito más!»

«Un año más, un encuentro imprescindible para quien desee contribuir a que se transforme la atención al parto y al nacimiento. La asamblea nos devuelve al día a día frescas y renovadas, llenas de energía y bullendo los proyectos en nuestras cabezas. Otro año de trabajo por delante para que algún día mis hijas puedan decir en voz bien alta que El Parto es Nuestro.»

[Imagen 3: La Esfera, en Alcobendas, el lugar de la reunión]

Globos para el recuerdo, el próximo 4 de octubre de 2014

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En conmemoración a todos los hijos e hijas que murieron antes de nacer o al poco tiempo de nacer, este fin de semana diferentes asociaciones de España realizarán los encuentros anuales de concienciación y recuerdo. 

En Madrid la asociación Umamanita organizará "Globos para el Recuerdo", de 11 a 14 hrs en la Plaza de Oriente. 

En Barcelona: www.petitsambllum.org
En Alicante: www.facebook.com/aledevida


El lema de este año es "Escuchar la Pérdida", y esta invitación se extiende a todas aquellas personas que se vean afectadas por la pérdida perinatal (ya sea temprana, avanzada, o al poco tiempo de nacer).

"Gracias por escucharnos. Y gracias por recordar con nosotros a nuestros hijos que no están aquí para caminar de la mano, pero que como hijos que son, son eternamente amados. Este día es por todos ellos y por todos nosotros, quienes les amamos, para caminar juntos y escucharnos por el camino."


Visita preparto al Hospital de Torrejón, Madrid.

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[Imagen: Sala de parto con bañera de parto, Hospital de Torrejón, Madrid.]

El Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) pone a disposición de las mujeres embarazadas y sus parejas su Programa de Visitas Preparto. Dos o tres veces al mes (en horario de mañana y de tarde), se ofrece una charla informativa en el Salón de Actos acerca de su protocolo en el marco del Programa de Parto Respetado; tras la charla, se realiza una visita guiada de las instalaciones. En función de la disponibilidad, la presentación corre a cargo de diversos profesionales que intervienen en el parto (matrona, ginecólogo, anestesista, neonatólogo) y se pueden visitar o no distintas instalaciones del circuito de parto.

A continuación, resumimos por apartados una de esas visitas que fue íntegramente conducida por una matrona y en la que solo se pudo visitar un paritorio, en concreto el de la famosa bañera.

  • Infraestructura y equipamiento:
    • Seis paritorios, uno de ellos con bañera de partos y liana con anilla colgado del techo. Se trata de unidades integradas, es decir, tanto la dilatación como el parto se realizan en el mismo lugar, sin necesidad de traslado.
    • Pelotas de dilatación, colchonetas (también se puede dilatar y parir en el suelo), sillas de parto, camas con arco para diversificar las posturas, monitores inalámbricos.
    • Analgesia: gas, walking (epidural que permite la movilidad), epidural (aviso: no se sienten los pujos, lo que puede retrasar y alargar el expulsivo).
    • En planta, habitaciones con cambiador, cama con barreras laterales para el colecho, incluso pensadas para posibilitar la estancia de un hijo mayor.
  • Personal:
    • Quien asiste a la parturienta es una matrona, no un ginecólogo (a menos que sea necesario).
    • ¿Habrá estudiantes? Previa consulta a la parturienta estaría presente una residente de matrona.
  • Qué llevar y qué no:
    • Sí: historia del embarazo, música, bolsa de calor (gel o semillas), abanico, zapatillas cómodas, cojines, bebidas isotónicas, tentempiés para el acompañante, entretenimiento (el proceso es largo y por momentos, aburrido).
    • No: objetos de valor; excesivos familiares; piercings y cadenas (todo lo que sea metálico es mejor retirarlo con antelación ya que en caso de ser necesario el uso del bisturí eléctrico hay riesgo de quemaduras); por experiencia, en caso de usar lentillas se recomienda no llevarlas o tener lo necesario para quitárselas porque suelen molestar (son muchas horas).
  • Qué te proporcionan:
    • Braguitas desechables pero son de talla única y anchas… así que para las menuditas, mejor traerse una talla adecuada.
    • Primera muda del bebé pero si quieres puedes llevarla.
  • Qué se hace de rutina y qué no:
    • Sí: la entrada se realiza siempre por Urgencias, incluso en caso de inducción programada; se consulta e informa a la parturienta antes de cualquier acción.
    • No: enema, rasurado (el comentario de la matrona fue: «no creo que se haga en ningún hospital, o eso espero», lamentablemente sí se hace…), episiotomía (en el 3,5% de los partos eutócicos y el 15% de los instrumentales).
  • Acompañante:
    • Es una parte fundamental, el soporte de la parturienta en un proceso largo por lo que es importante que esté en condiciones de aguantar.
    • Solo puede entrar una persona acompañante al paritorio, ya que no puede haber trasiego de personas sin control.
    • Dado que el proceso puede ser muy largo, es mejor que no se sature de gente la sala de espera, porque además, los sanitarios están sujetos a la ley de protección de datos y no pueden informar a los familiares; esta sería tarea del acompañante y su lugar es junto a la parturienta.
  • Cesárea:
    • Acompañada, siempre que no sea de urgencia.
    • Piel con piel inmediato.
    • Tasa del 18%, es más baja que la media española pero no por ello se vanaglorian, hay que tener en cuenta el tamaño del hospital (no son La Paz donde se atienden muchos más prematuros).
  • Parto Vaginal Después de Cesárea (PVDC):
    • El protocolo es el mismo a excepción del uso de la bañera que está vetado (no hay razón médica, es el protocolo de este hospital) y la obligatoriedad de la vía y la monitorización constante (pero con movilidad ya que los monitores son inalámbricos y permiten deambular e incluso ducharse).
    • Tasa del 74% de éxito en el año anterior.
  • Recién nacido:
    • Pinzamiento tardío de cordón.
    • Piel con piel desde el primer momento, el test de Apgar se realiza sobre la madre.
    • Inicio precoz de la lactancia materna en el paritorio.
    • No se hace aspiración nasal.
    • Peso, medición, inyección de vitamina K intramuscular, y pomada oftálmica antibiótica, ya en planta, en la habitación, dos horas tras el parto. Siempre que los padres elijan realizar estas pruebas o tratamientos.
    • El baño se lo dan los propios padres en la habitación, de esta manera no hay separación.
    • No hay separación mientras no haya nada fuera de lo normal.
  • Unidad de Neonatología:
    • Unidad abierta las 24 horas para los padres.
    • Condiciones ambientales óptimas: silencio y penumbra.
    • Si a la madre ya se le ha dado el alta, hay una sala con microondas, dietas… para facilitar su presencia constante en la unidad.
  • Prematuros: solo atienden prematuros a partir de la semana 32, sino hay que realizar un traslado intraútero (la madre es siempre la mejor incubadora) a otro hospital. En general, estos casos se suelen atender en el Hospital La Paz.
  • Plan de parto:
    • Posibilidad de enviarlo por correo electrónico a planesparto@torrejonsalud.com. En esta dirección incluso se atienden consultas puntuales.
    • Si tu plan de parto se corresponde con el protocolo del hospital, no es necesario.
    • En caso de haber puntos discutibles, se comenta entre los diversos profesionales implicados para ver si son factibles.
  • Traslado de historia clínica (HC):

Este fue un punto que suscitó mucho interés por parte de los asistentes, ya que muchas de las parejas se encontraban en esta situación. Dado que la Comunidad de Madrid es distrito único en el ámbito sanitario y se puede solicitar ser atendido en cualquier centro, para quienes vengan de otras zonas se recomienda:

  • Bien hacer el traslado desde el principio del embarazo para realizar todo el seguimiento in situ.
  • Bien hacer el seguimiento en el centro correspondiente y realizar el traslado al final del embarazo, cuando ya se han realizado todas las pruebas. De esta manera se evita la duplicación de pruebas.
  • Se puede acudir a urgencias directamente el día del parto pero no es recomendable ya que no dispondrían de la historia clínica in situ y la información relativa al embarazo dependería de lo aportado en papel por la propia parturienta.

 

Todo va enfocado a un parto en movimiento en el que el profesional es quien se adapta a la postura de la parturienta y no a la inversa. Se puede parir dónde y cómo se quiera, hay quien incluso ha dado a luz en la ducha.

En definitiva, cabe destacar la información realmente práctica que se proporciona en estas reuniones y la predisposición a resolver dudas. Además, es notable la actualización de la praxis con respecto a lo que se viene haciendo en el sistema sanitario español. En lo que a parto respetado se refiere, el protocolo de este hospital es sin duda de manual. En la práctica, es probable que se vean desbordados por la afluencia de embarazadas procedentes de otras zonas de la comunidad (e incluso del resto del país).

Unos meses después de esta visita preparto, me llegó un boletín de novedades del hospital publicitándose; aquí se ve claramente la gestión privada de este centro público y la idea de fidelización de la (posible) clientela. En cualquier caso, saben perfectamente cuál es el público al que se dirigen (al margen del atractivo del parto en el agua): embarazadas conscientes e informadas. Como reza el eslogan del Programa de Parto Respetado: «El parto es tuyo».

De hecho, al comienzo de la charla, la matrona fue sincera: este protocolo no significa que todas vayamos a tener un parto ideal ya que intervienen diversos factores que no son predecibles, pero ¡hay que confiar en el cuerpo!¡El parto es vuestro!


Para leer más:

La OMS se pronuncia sobre la violencia que sufren las mujeres en los paritorios del mundo

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Dentro del marco de trabajo del Human Reproduction Programme de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado 23 de septiembre de 2014 se publicó una declaración en la que se denuncia el maltrato y la falta de respeto en la atención al parto, promoviendo la investigación, la implantación de políticas de control de calidad en los centros sanitarios y la implicación de todos los intervinientes, incluidas las mujeres, que deben denunciar las malas praxis.

Deseamos que este sea el comienzo por parte de la OMS de todo tipo de iniciativas y campañas encaminadas a crear una mayor conciencia social sobre la actual situación de violencia que sufren las mujeres en los paritorios del mundo.


«En todo el mundo, muchas mujeres sufren un trato irrespetuoso y ofensivo durante el parto en centros de salud, que no solo viola los derechos de las mujeres a una atención respetuosa, sino que también amenaza sus derechos a la vida, la salud, la integridad física y la no discriminación. Esta declaración reclama un accionar más enérgico, diálogo, investigación y apoyo en relación con este importante problema de salud pública y de derechos humanos.»


Declaración de la OMS sobre «Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato durante la atención del parto en centros de salud»

Para leer más: http://www.who.int/reproductivehealth/topics/maternal_perinatal/statement-childbirth/en/

 

Semana Mundial de la Lactancia Materna 2014

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Comenzamos hoy nuestra particular Semana Mundial de la Lactancia Materna en este blog.

A través de los textos e imágenes que publicaremos los siguientes días pretendemos rendir homenaje a todas las madres y bebés, y a todos los padres y otras personas que nos acompañan y apoyan y ponen su parte en este camino, para facilitarnos la tarea ocupándose de otras muchas, trabajando en equipo.

Este año, independiente de las fechas de celebración de cada continente o país, el lema es “Lactancia Materna ¡Un triunfo para toda la vida!” (Título original en inglés: “Breastfeeding: a winning goal!”) y así lo celebramos. La lactancia materna, nunca como imposición, sino como un camino, como una vivencia única, distinta para cada madre y cada bebé.

Para leer más:


 

Aquí os dejamos, con el primer post, las reflexiones de Cheli Blasco:

Yo soy Cheli, la mamá de Lucas, Gaspar y Luna. Con mis hijos he tenido tres lactancias completamente diferentes. Nos ha ayudado a descubrir nuestra sintonía y recuperarnos de un parto intervenido, nos ha regalado intimidad y libertad, y nos ha enseñado que mi cuerpo de madre los conoce desde dentro, desde donde los pensamientos sobran, porque la leche sale de alguna válvula profunda y misteriosa del corazón.

De mi cuerpo que aprende

Cas nació en el Montepríncipe. Yo, como buena niñita obediente, me callé, pujé cuando me dijeron, y esperé a que viniera la enfermera a enseñarme a dar de mamar, porque eso me había dicho. ¿Y quién era yo para sentir distinto? Lucas, ni bien lo dejaron de protocolear en el paritorio y se dignaron a dármelo, envuelto en una rígida tela verde, empezó a buscar el pecho. Pero yo estaba tumbada, en una camilla en el medio del pasillo, y no quería que me retaran por sacar teta en un lugar tan pulcro. ¿Y si encima lo hacía mal?

Cuando vino la enfermera me manoseó un poco, movió la cabeza de Lucas como si no fuera parte de un cuerpo, me dijo que necesitaba pezoneras y se fue. Por suerte, lo único que necesitaba Cas era acceso. Él solito supo hacer todo el resto.

Por más suerte aún, en la clase de preparación al parto nos habían explicado que después de cada toma había que lavar los pezones, secar con gasita y ponernos Purelan. Con lo cual, cada toma requería un sinfín de trámites destinados a nada. Pero, nuevamente, Lucas, en su infinita sabiduría, persistió. Me disculpó esas pequeñas pavadas, al igual que cuando quería pecho de noche y yo prendía la luz, me sentaba en la cama, le cambiaba el pañal, le daba del otro lado, le quitaba los gases y lo dejaba en su cunita. Estaba al lado de nuestra cama, pero me dolía dejarlo como si estuviera en otro hemisferio.

Poco a poco Cas nos fue mostrando que dar el pecho tumbada, dormida y abrazados es tan lindo... que en la camita los tres estamos tan calentitos. De a poco, fuimos aprendiendo a escucharlo.

Al año vino el destete. Una amiga mía tenía a su madre de visita: «Ya te toca destetarlo, ¿no? Mi hija le dio hasta el año, y Lucas ya tiene casi un añito, ¿no, nena?» (y a mí qué carajo me importa lo que hizo tu hija!?). Pero igual, ante el mandato social, destetamos. Fue un proceso que llevó meses, lento y con amor, y la verdad, yo quería sentarme solita en la terraza de nuestro piso, fumarme un cigarrillo, tomar una cerveza y vivir la vida loca. Era una libertad ansiosa, pero la necesité.

Cuando nació Gaspichus, se encontró con una mamá y un papá más formaditos. Me hice experta teteadora: le he dado pecho en el fular mientras jugaba al fútbol con Lucas, en esos primeros meses cuando tener dos hijos era un reto de supervivencia diario. Le he dado pecho metidito en la Ergo, en la aerosilla, subiendo a la nieve para que Lucas y su papá se tiraran de culopatín. Gaspichus hablaba por teléfono con su abuela, mientras tomaba pecho. Un chorrito de leche cura basuritas en el ojo y rodillas raspadas. Cuando Lucas se golpeó el labio, al probar la leche le pareció tan dulce que quería más. Ya no tenía reflejo de succión (tenía 4 años y no tomaba desde el año, ¡pero me dio una penita comprobarlo!), pero se trajo un vaso. Y otro para el hermano. Apretaban y sacaban un buen chorro, y a carcajadas se lo tomaban de sus vasitos. «Gaspichus, ¿te sirvo?», dijo Cas, como si yo fuera un barril de leche.

Cuando Gaspar tenía un año yo quise ser madre donante para el Banco de Leche del 12 de Octubre. Tengo alguna tara psicológica, porque mi leche fluye dulce y perfectamente en la boca de mis hijos. Pero en cuanto acerco un extractor o un recipiente recolector, el caudal se corta. Siempre fue así. Pero tenía tantas ganas de poder donar, me parecía una situación tan privilegiada poder ayudar a bebitos luchadores por la vida, que me empeciné en donar. Lo que lograba extraer era mínimo. Pero en el 12 siempre lo recibían con tanta alegría, asegurándome que por poco que fuera hacía mucho bien… Fue así como me destrocé los pezones. Lo cual culminó en infección. Para ese entonces estaba en la formación de doulas, y charlando con una compi, me mandó al veterinario. Después de idas y venidas y cultivos y tinturas y polvitos, con tiempo y paciencia, se fue mi infección. Qué buena que es la información.

Cuando Gaspar tenía 2 años para 3 quedé embarazada de Lunita. Para este entonces, Gaspar ya tomaba muy poco pecho, pero con el embarazo lo primero que hizo fue empezar a tomar mucho, mucho, mucho. Durante el primer tiempito. Al rato cambió, y volvió a tomar muy poco. Eso, sumado al cambio hormonal de mi embarazo, fue haciendo que tuviera menos leche. Llegó un momento que solo tenía un poquito de leche en su teta preferida (que no había sido la misma que la preferida de su hermano. Y que, por cierto, era de la que había decidido que tomaría él, en un gran gesto de generosidad, para dejarle la otra a su hermanita). Hasta que un día caí en la cuenta que Gaspar no había mamado como en una semana. Así terminó nuestra lactancia, sin aviso, y me dio penita. Igual, pensaba yo, cuando la vea a Lunita él va a volver a querer. Y me inundó de amor pensar en mis chiquitos lactando de la mano.

En la semana 12 del embarazo supimos que Luna tenía síndrome de Turner. En la semana 17 nos enteramos de que ese síndrome, en su caso, iba de la mano de un desarrollo anatómico completamente incompatible con la vida. Elegimos estar con Lunita viviendo dentro de mí por todo el tiempo que ella me necesitara. Nació en la semana 26 más 5.

En un momento empecé a pensar en la producción de leche que yo tendría tras el parto. Pechos llenos, brazos vacíos. Se me ocurrió que esta leche, este regalo que Luna dejaría en mi cuerpo, podría ayudar a otros pequeños bebitos que estaban dando todo por vivir. Emocionada por lo que llegaría a hacer mi hija, llamé al Banco de Leche. Desde hace relativamente poco tienen la política de sí aceptar leche donada de bebés muertos. Sin embargo, no les parecía muy práctico que yo donara, «porque para lo que te vas a sacar...», «igual te darán la pastillita...». Pensé en sacarme leche de todas formas para hacer donación privada, pero la verdad es que quedé desanimada con el tema. Entonces, planeé que cuando Luna naciera iba a ir sacándome la mínima cantidad de leche para prevenir una mastitis y así ir dejando que se me fuera sola. Pensar en mis pechos llenos me daba una profunda tristeza. Aunque también lo sentía como un último regalo, una última conexión de nuestros cuerpos, el mío y el de Luna.

El nacimiento de Luna fue precioso. Ella había ya muerto. Fue un parto íntegramente respetado y fisiológico. Y nunca me bajó la leche. Mi cuerpo supo ponerse de parto cuando murió Luna. Igual habrá sabido que como Lunita había muerto no había necesidad de producir leche.

No me dio pena no tener leche. Al contrario, quedé maravillada ante la perfección de mi cuerpo, que fue guiado en todo momento por el de Luna.

Este cuerpo de madre fue aprendiendo, porque de a poco me fui dejando guiar por mis hijos. Cuando la primavera traiga a nuestro cuarto hijo, espero con alegría y entusiasmo resumir la historia de nuestras lactancias felices.

 

Amamantar en situaciones adversas, la historia de Albertina.

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Esta es la historia de las lactancias de Albertina, que tuvo además a su primera hija prematura, tal y como lo vivió ella.

También es la historia de dificultades añadidas por parte del hospital, con separación de madre- bebé, pocas facilidades por parte del hospital como la falta de medios para extraer la leche, o la falta de acceso a poder cuidar del bebé, no respetando el derecho del bebé a recibir cuidados por parte de los padres. Pero también es una historia de una madre que entendió que no fue culpa suya y que supo encontrar recursos para finalmente poder disfrutar de una lactancia como había soñado.


Yo no fui amamantada de bebé, ni vi a ninguna madre amamantando a su bebé (o si lo vi fue algo tan puntual que no lo recuerdo). Crecí en la cultura del biberón, y siempre escuché que era más cómodo, más fácil, cualquiera se lo podía dar al bebé. La madre podía descansar, se sabia cuánto comía el bebé... en fin, todo eran ventajas. No escuché nada en contra de la lactancia materna pero todo esto hizo que creciera pensando que daba lo mismo el biberón que la teta, y por algún motivo pensaba que era importantísimo saber cuánto comía el bebé y eso sólo podía saberse con el biberón.

[Imagen: cedido por Adriana A./ Banco de fotos de El Parto es Nuestro]

Luego fui leyendo acerca de la lactancia materna, fui aprendiendo algunas cosas y empecé a verle ventajas. Por ello, cuando me quedé embarazada de mi primera hija, pensé que me gustaría darle el pecho y que lo haría “si podía”. Resulta que Valeria nació prematura, de 33 semanas, y fue derechita a la incubadora. Yo me encontraba en estado de shock, nadie en el hospital nos asistió psicológicamente y mucho menos vino nadie a asesorarnos en lactancia. Me sentía tan desvalida que a punto estuve de pedir el Dostinex, pensando que no valía la pena ni intentarlo. Pero ahí estuvo Leo, mi chico, al pie del cañón, y me animó a pelear por lo que quería. Sus palabras me dieron fuerza, me decía que iba a estar a mi lado y decidí intentarlo.

En el hospital, pese a tener Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, no había ni un solo sacaleches. Valeria nació casi a las 5 y yo no pude empezar a extraerme leche hasta que un familiar me trajo un sacaleches en torno a las 11. Era un sacaleches normalito, manual. Nada más recibirlo nos leímos las instrucciones y empecé la extracción. Poco a poco llegaron las primeras gotas de calostro, que miré maravillada y llevé a la UCIN para que se las dieran a mi hija en cuanto pudieran. Me sacaba leche cada tres horas, de día y de noche, y así seguí cuando me dieron el alta y me fui a casa sin mi hija. La cantidad de leche que extraía aumentó y empecé a necesitar media hora o más para cada extracción. Me dolían los brazos de darle al tirador del sacaleches, era verano y hacía calor, sudaba con cada extracción. Además estaba agotada por el parto y las idas y venidas al hospital, y aún así me sacaba cada 3 horas incluso de noche. Sin el apoyo de Leo no lo hubiera logrado, se levantaba conmigo en cada toma, esterilizaba el sacaleches, me lo traía y cuando empecé a no aguantar el dolor del brazo (de darle al tirador del extractor), se turnaba conmigo para “ordeñarme”. Llevaba mi leche en botes al hospital y se la daban a mi hija a través de una sonda.

La primera vez que pude poner a Valeria al pecho fue también la primera vez que la cogí. Tenía 8 días. Me senté al lado de su incubadora, la enfermera la sacó con todos sus cables y envuelta en mantas y así, con todo ese aparataje, la puse al pecho... para mi sorpresa se cogió y mamó de maravilla, qué sensación tan dulce...

A pesar de esa primera toma fabulosa, el hospital tenía una política de acceso restrictiva y no me dejaban ir a darle el pecho en cada toma, así que le empezaron a dar biberones también (con mi leche). Valeria hacía al pecho la mitad de las tomas, y como hacían doble pesada, si no mamaba todo lo que necesitaba le daban el resto en biberón. Esto aumentó mi inseguridad, mi sensación de que tenía que saber exactamente cuánto comía. Yo notaba cuándo ella mamaba y cuándo solo hacía succión no nutritiva, y cada toma era un agobio, sólo quería que ella comiera para evitar que le dieran el biberón, pero tenía que comer en quince minutos y nunca lo lograba... A veces directamente apartaba la carita cuando la ponía al pecho, no había manera de que se enganchara, yo me sentía rechazada cada vez que eso pasaba.

Me seguí sacando leche durante todo el ingreso, tres largas semanas... la producción bajó y yo me alarmé, en el hospital me decían que no alcanzaba, así que empecé a sacarme cada dos horas al día y la noche en lugar de cada 3... Cuando Valeria recibió el alta 19 días después de su nacimiento, yo apenas me tenía de pie. Nos la llevamos a casa con 1.960 gr y la amenaza de un nuevo ingreso si no ganaba peso. La primera vez que la puse al pecho en casa, me rechazó, apartó la cara y lloraba de hambre, yo lloraba de impotencia y de miedo, le di mi leche en biberón. De madrugada, la siguiente toma, otra vez lo mismo... y yo agotada, apenas podía sostenerla en brazos, me sacaba la leche y después se la daba.

Intenté pedir ayuda a asesoras de lactancia de mi ciudad, pero sólo una me respondió al teléfono y lo que me dijo fue que siguiera sacándome leche y en lugar de dársela con biberón que se la diera con cucharita. Ese consejo me acabó de hundir. No me veía capaz de continuar así, no tenía fuerzas y así, tras una conversación con Leo, decidí dejar paulatinamente de sacarme leche y alimentar a Valeria con biberón. Fue una decisión que me costó muchas lágrimas, pero no tenía más apoyos que Leo.

Le seguí dando mi leche en biberón hasta que se acabaron las reservas que tenía en el congelador, espacié las extracciones hasta que dejé de producir leche y empecé a darle exclusivamente leche artificial. No sabía nada entonces de la succión no nutritiva, así que simplemente dejé de ofrecerle el pecho, hasta que una tarde, con 3 meses, empezó a llorar desconsoladamente y nada la calmaba... no sabía qué hacer, así que me puse piel con piel con ella, le ofrecí el pecho y empezó a succionar y se calmó... hacía más de dos meses que no mamaba, fue un momento mágico y aprovechamos para hacer las únicas fotos que tenemos con ella al pecho... no volvió a pasar...

Estuve muchos meses intentando elaborar el duelo por este fracaso. Me costaba ver a madres amamantando. Era una imagen que me dolía demasiado. Pero poco a poco me fui recomponiendo y asimilando lo que pasó, apartando las culpas.

Cuando me quedé embarazada por segunda vez, lo tenía más claro: iba a lograr amamantar a mi bebé sí o sí. Me empapé de información y estaba rodeada, esta vez sí, de apoyos. Al cumplir 24 semanas de embarazo compramos un extractor eléctrico doble. Me hacía sentir más segura tener un sacaleches apropiado, en caso de necesitarlo.

Alan nació a las 36 semanas en un parto natural. Me lo pusieron encima nada más nacer y esperé a que él hiciera un enganche espontáneo, como había leído tantas veces. Así me aseguraba un enganche correcto. Pero eso no pasó. A las tres horas de nacer Alan aún no había mamado, y comprobaron que estaba hipoglucémico. Me dijeron que había que darle un suplemento “ya”. Me trajeron 10 ml de leche artificial en una jeringuilla y me explicaron cómo dárselos con la técnica dedo-jeringa. Yo misma se lo di. Alan se lo comió en un momento y yo me entristecí porque lo primero que había comido era leche artificial. Esperamos un rato, pero Alan seguía sin pedir y sin cogerse, así que empecé a ponerle yo al pecho cada tres horas. Se enganchaba, pero lo hacía mal, me mordía, y al cabo de dos o tres tomas tenía grietas y un dolor insoportable. En el hospital me ayudaron muchísimo las enfermeras, matronas y pediatras y también tuve a varias amigas al pie del cañón, bien presencialmente, bien por Whatsapp. Tuve que sacarme leche manualmente y darle con cuchara para ayudarle. También tuve que usar el sacaleches porque tuve ingurgitación y Alan no mamaba lo suficiente o no de manera eficaz. Me enseñaron a hacer compresión mamaria mientras mamaba y el agarre mejoró algo con eso. Tuve que intentarlo con pezoneras, usar Purelán.

Alan no se despertaba a comer, tenía que despertarlo yo cada tres horas y estimularlo para comer, se me escurría de entre los brazos, no sabía cómo ponerme, necesitaba 3 ó 4 cojines para lograr una posición cómoda para amamantarle. Hizo otra hipoglucemia y empezaron a mirarle la glucosa antes de cada toma.

Me dolían los pezones y la leche se mezclaba con mi sudor y mis lágrimas. La segunda noche le dije a Leo que por favor pidiera un biberón, que yo no podía más, pero él me tranquilizó y me ayudaba en cada toma. Al final logramos encontrar un ritmo y una posición con la que “ir tirando” pero yo sentía peligrar mi lactancia. De nuevo surgieron los fantasmas y sentí miedo de no saber “cuánto” tomaba Alan en cada toma. En el control de peso a los 3 días del alta, no había ganado nada. Yo me asusté, pero los pediatras me tranquilizaron, todo pintaba muy bien. Aún así, le dije a Leo que quería comprar un bote de leche para tener por si acaso. Leo me dio la tranquilidad suficiente para no hacerlo. En su lugar, empecé a sacarme leche y a suplementar a Alan con cucharita.

Poco a poco pasaron los días y Alan ganó peso. Yo fui ganando confianza a pesar de comentarios del pediatra de cabecera acerca de si tenía suficiente cantidad de leche. Alan tiene 5 meses y medio y sigue con LME. Es un regalo ponerlo al pecho cada vez, mirarle a los ojos, sentir su manera dulce y enérgica de mamar, dormirlo al pecho, su olor a leche, sus sonrisas cuando acaba de mamar y me mira con leche goteándole por la comisura de los labios. Es el mejor regalo que podrían haberme hecho. He sanado mis heridas y esta lactancia es una de las experiencias más maravillosas de mi vida. Me siento tan unida a mi cachorro. Ver lo grande y precioso que está tomando sólo mi leche es indescriptible. Y esto ha sido posible gracias a que me informé, me rodeé de apoyos y tuve contención. Tengo apoyo cercano, continuo y oportuno. No estoy sola. No estamos solas. 

Sigo dando el pecho a Alan, que ahora tiene 19 meses.

Las lactancias son posibles sólo si se cuenta con el apoyo oportuno y todas las mujeres deberían tenerlo, pues amamantar a un hijo es un regalo al que todas deberíamos poder acceder.

XII Fiesta de la Lactancia en Valencia, 2014

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El pasado día 5 de octubre, el grupo local de El Parto es Nuestro en Valencia, participó en la XII Fiesta de la Lactancia organizada por SINA, Asociación de apoyo a la lactancia de Valencia.

Durante los últimos años nuestro grupo local ha montado una mesa informativa en la que siempre están nuestros folletos y merchandising, y en la que socias de El Parto es Nuestro atienden al público que se acerca a preguntar o pedir información. Este año estuvimos Cristina Alonso y yo, pero también nos acompañaron otras socias valencianas a lo largo de la mañana.

Esta es siempre una ocasión especial para nosotras, y un evento importante en el calendario anual para el grupo local; en él compartimos espacio con otras asociaciones pro-lactancia y disfrutamos del ambiente y de una jornada festiva a la vez que reivindicativa. Valencia es una zona afortunada por el gran número de  grupos de apoyo asentados y con experiencia de muchos años en el apoyo a las madres lactantes, y por los muchos talleres de lactancia que se reúnen regularmente en distintos espacios de la ciudad y la zona metropolitana. Las asociaciones que trabajan en nuestro entorno geográfico, además, dedican muchos esfuerzos a la formación de asesoras y profesionales, y en el próximo año, una de nuestras asociaciones amigas, Mammalia, organizará el próximo congreso nacional de FEDALMA.

Además de SINA, participaron en la Fiesta de la lactancia 2014, Mammalia, Volem Créixer, Amamanta y Criar sin Manual.

¡Nos vemos en 2015!

Susana Fernández (coordinadora GL Valencia)

 


Impresiones del encuentro "Globos para el recuerdo 2014"

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[Las imágenes son de Nathalie Paco]

El pasado sábado 8 de octubre se celebró en Madrid el Día del Recuerdo, para concienciar y conmemorar a todos los bebés que murieron dentro del útero materno o al poco tiempo de nacer.

La Asociación Umamanita organizó Globos para el Recuerdo. Este evento reunió a madres, padres y hermanos. Muchas familias vinieron solas, juntas, con abuelos, tíos y sobrinos, con amigos y compañeros, para celebrar a nuestros hijos, para recordarlos y honrar sus vidas. Nos acompañaron profesionales, aquellos que con empatía se dedican a cuidarnos, escucharnos, y acompañarnos en el proceso del duelo cuando acudimos a ellas y ellos.

El lema de este año era "Escuchar la pérdida". Fue una jornada agridulce, un día soleado que brillaba de color. Muchas familias habían preparado un banderín especial para sus pequeños. Estos colgaban uno al lado de otro, llenos de color, de horas de dedicación y tanto amor. (se pueden ver en esta página de facebook).

Leímos el manifiesto y soltamos globos. Recibimos el regalo de música, canciones especialmente compuestas para nosotras, para nosotros y nuestros hijos en este día de tristeza y recuerdo. Canciones para honrarlos (que se pueden oír, también, en la página de facebook).
 

El manifiesto, creado el año pasado por SUA, Umamanita, Petits amb llum y Alé de Vida, recoge los siguientes puntos:

1- Pedimos que se escuche nuestra pérdida, que se escuche el dolor que había nuestros corazones y que sobre todo que se nos escucha como madres y padres que somos, no importa que tengamos más hijos o no.

2- Pedimos que sea un duelo autorizado, porque sólo desde un duelo validado y reconocido se puede recibir el acompañamiento adecuado por parte del entorno: familiares, compañeros de trabajo, profesionales sanitarios…

3- Pedimos que los bebés fallecidos intrautero sean reconocidos legalmente como parte de la familia, que se pueden registrar como todos los miembros de la familia y no en un libro restringido del público y sin apellido. Que la ley del registro refleja esa necesidad de dar a nuestros hijos una identidad social, como miembro de nuestra familia.

4- Pedimos que los profesionales sanitarios reciban la Formación necesario para saber sostener a una familia en duelo. Que reciban apoyo y recursos para afrontarse al dolor que sienten al atender a una familia que sufren la muerte de su bebé.

5- Pedimos que estos bebés sean tratados con Respeto y Amor por todo el personal sanitario, sean cual sean sus semanas de gestación o de vida.

6- Pedimos que las familias de estos bebés sean tratados con Respeto por todo el personal sanitario, que no se tomen decisiones por ellos, que se les escuche y se tengan en cuenta sus necesidades, sean cual sean sus semanas de gestación o de vida

7- Pedimos que el dolor de las familias sea aceptado y respetado como proceso natural de la vida ante de la muerte de un ser querido.

Pedimos que se escuche esta pérdida, que se prestan oídos y corazones para acogernos.

Y agradecemos a todas las personas que compartieron este día con nosotros... os agradecemos habernos acompañado en recordar con amor a nuestros hijos que murieron. Con haber estado a nuestro lado nos sentimos escuchados, respetados... sentimos que nuestros hijos son reconocidos por las personitas importantes e irrepetibles que son. Y sentimos que nos acompañaron, un poquito, en esta maternidad y paternidad tan peculiar de una madre y un padre en duelo. Gracias por escuchar nuestro duelo, gracias por ser el cambio que tanto necesitamos.


Para leer más: "Siempre en el corazón", sobre muerte gestacional y perinatal.

Visita preparto del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid)

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Por E.L.F.

[Fuente foto: Galería fotográfica de la página web del hospital]

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid) ofrece a las mujeres embarazadas la posibilidad de visitar sus instalaciones tras un charla informativa en el salón de actos, conducida por una matrona, una ginecóloga y un pediatra.

A continuación, se resume por apartados una de estas visitas preparto en la que se presentó el protocolo de parto definido como «humanizado, respetado y fisiológico», parto de mínima intervención:

  • Infraestructura y equipamiento:
    • Cinco paritorios integrados para dilatación, parto y puerperio inmediato, con baño y pequeña sala de reanimación adjunta para neonatos.
    • Bañera de parto en uno de los paritorios próximamente operativa.
    • Pelotas de dilatación, camas multiposición, espejo con ruedas.
    • Analgesia: gas, epidural.
    • Monitores inalámbricos con sonda impermeable (para uso en ducha o bañera).
    • No hay nido.
       
  • Personal:
    • Tres matronas por turno
    • Dos ginecólogos
    • Dos neonatólogos
       
  • Acompañante:
    • Un solo acompañante y no se puede cambiar o rotar con otro.
    • Se le dan indicaciones sobre masajes y posturas durante la dilatación para aliviar el dolor lumbar de la parturienta.
    • Una vez en planta, posibilidad de visita y pernoctación de hijos mayores en la habitación.
  • Qué NO se hace de rutina:
    • Rasurado
    • Enema
    • Rotura de bolsa
    • Episiotomía. Es mejor un desgarro.
  • Procedimiento:
    • Libertad de movimiento y libre elección de la postura para parir.
    • Un tacto cada cuatro horas.
    • Monitorización preferentemente continua, con posibilidad de que sea intermitente.
    • Vía en todos los casos por protocolo.
    • En caso de rotura de bolsa (espontánea): esperar evolución durante 24 horas y valoración.
    • En caso de necesidad de inducción: primero con prostaglandinas y posterior valoración del uso de oxitocina.
    • En caso de que se produzca un desgarro hacia el ano, sí se practica una episiotomía lateral para desviarlo.
    • Puerperio inmediato (dos horas) en el paritorio a solas con bebé y acompañante.
    • Alta precoz a las 24 horas, siempre que todo haya ido bien, que el domicilio no quede a más de 20 km del hospital y que se pueda acudir al día siguiente para revisión del recién nacido.
       
  • Presentación de nalgas:
    • Generalmente programación de cesárea.
    • En caso de querer un parto vaginal, reunión y valoración de cada caso.
    • Posibilidad de Versión Cefálica Externa.
       
  • Cesárea «humanizada»:
    • Acompañada
    • Piel con piel inmediato, siempre que la madre esté en disposición de recibir al bebé.
    • En caso de cesárea de urgencias, no se garantiza la presencia del acompañante.
       
  • Parto Vaginal Después de Cesárea (PVDC):
    • Monitorización continua y vía.
       
  • Recién nacido:
    • Posibilidad de pinzamiento tardío del cordón, excepto en caso de querer donar la sangre del mismo.
    • Piel con piel inmediato.
    • Test de Apgar mediante observación del bebé sobre el cuerpo de la madre.
    • Se recomienda la inyección intramuscular de vitamina K pero posibilidad de administración por vía oral si los padres así lo prefieren.
    • Nunca solo, si la madre no pudiera, estaría con el acompañante.
       
  • Neonatología:
    • Acceso 24 horas para los padres.
       
  • Lactancia:
    • En caso de complicaciones, uso de la lactancia materna como paliativo del posible dolor originado por el tratamiento.
    • En caso de que la madre estuviera en la UVI, sin poder dar el pecho, extracción de leche materna y administración con jeringuilla.
    • Se evita el uso de biberones (a menos que lo soliciten los padres).
       
  • Plan de parto:
    • Se aceptan planes de parto.
    • Se ofrece la posibilidad de dejar por escrito las preferencias.
       

La matrona comentó que es habitual que la dilatación en casa vaya muy bien por la comodidad de la madre en su ambiente (y que se transmite al bebé) y que al llegar al hospital, el proceso se ralentice o detenga, por el estado de alerta de la propia madre (y por consiguiente, del bebé), por lo tanto, se produce un período de adaptación al nuevo medio que se tiene en cuenta en el procedimiento.

Obviamente, aunque se den las condiciones óptimas, esto no garantiza un parto ideal pero al menos, hay un clima de respeto y diálogo.

Queremos contrastar la información. Esta es la teoría, la hoja de ruta que pretenden seguir en el hospital, pero ¿y en la práctica? ¡Comparte tu experiencia dejándonos un comentario! O anímate a contarla, enviando tu relato a testimonios@elpartoesnuestro.es


Para más información accede aquí a la visita virtual del bloque obstétrico.

 

«La evidencia, contra las malas costumbres médicas»

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[Fuente de la imagen: Revista médica, 28 de septiembre de 2014]

Rescatamos de Internet un artículo publicado en Revista Médica el pasado 28/09/2014: 

Supongamos que medio centenar de sociedades científicas identifican cinco prácticas médicas –diagnósticas o de tratamiento– de su especialidad totalmente prescindibles, pero que se siguen haciendo por inercia. El resultado serían 250 fórmulas de ahorrar, no solo costes, sino también molestias para el paciente. Precisamente, este es el objetivo del Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas en España, un proyecto puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, a iniciativa de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), para disminuir el uso de intervenciones sanitarias innecesarias.

Ahora bien, ¿qué se entiende por innecesarias? Según Javier García Alegría, coordinador del proyecto y director del Área de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol, las actuaciones médicas inservibles son aquellas que no han demostrado eficacia, tienen efectividad escasa o dudosa, no son coste-efectivas o no son prioritarias. Además, este compromiso también tiene otros objetivos secundarios: evitar la iatrogenia (el daño indirecto inducido al paciente por el profesional); disminuir la variabilidad en la práctica clínica; contribuir a difundir entre los profesionales sanitarios el compromiso con la calidad y la eficiencia de los cuidados; y dar a conocer entre la población la utilización adecuada de recursos sanitarios.

En cuanto al área de ginecología y obstetricia, el coordinador del proyecto plantea «limitar las pruebas ecográficas de la gestante a las tres de rigor (una en la semana undécima, otra en la vigésima y una tercera en la trigésimo cuarta) y, Salvo que surjan complicaciones, eludir la visita innecesaria al tocólogo en el hospital y recurrir a la atención del médico de cabecera».

¿Puede ser verdad que no se les haya ocurrido nada más?

¿No se habrán dado cuenta de la enorme cantidad de intervenciones que resultan superfluas e incluso dañinas durante el embarazo, parto y puerperio? Desde El Parto es Nuestro podemos proporcionarles unas cuantas más: catalogar un embarazo de alto riesgo por razones ambiguas (y aportando, por tanto, un estrés perjudicial e innecesário a la mujer), inducciones por motivos no médicos, rotura de bolsa, y administración de oxitocina y suero por rutina, inmovilización- litotomía, episiotomía por rutina, maniobra de Kristeller, separación madre- bebé, cesárea por motivos que no son genuinos, …

¿Se os ocurre alguna más?

Las mujeres puertorriqueñas reclaman sus derechos en el parto

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[Imagen: del periódico El Vocero.com, 9 de ocubre de 2014]

El pasado 9 de septiembre, un grupo de mujeres se manifestaron en Puerto Rico ante el Capitolio coincidiendo con una audiencia pública de la Comisión de Bienestar Social de este país. 

Las manifestantes pusieron en evidencia que Puerto Rico posee una de las tasas de cesáreas más elevadas del mundo (casi un 50% en 2013) y que en el país se violan de forma sistemática los derechos fundamentales de madres y bebés, como el de la madre de ser acompañada durante el parto o el del bebé de recibir lactancia materna sin sucedáneos de fórmula antes de las primeras 24 horas de vida.

Deseamos compartir la foto de la manifestación con emoción e ilusión por comprobar que otros países se suman con tanta fuerza a esta causa global. 

El hospital Nuestra Señora de Sonsoles, Ávila, descuida las necesidades básicas de los recién nacidos

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A continuación, presentamos la documentación que nos hace llegar Cristina Delgado, tras haber tenido a su hijo en el hospital de Ávila. Su pequeño necesitó de cuidados especiales en la UCI de este hospital. Si bien el cuidado médico aplicado fue adecuado, la separación forzosa de su madre fue desafortunada e hiriente para madre e hijo.

Un recién nacido necesita, de la forma más básica, estar sobre el cuerpo de su madre. Lo requier para establecer su termoregulación, para no entrar en situación de estrés, para continuar de forma pacífica con la exterogestación.

La madre necesita tener a su hijo encima, y si no es posible, por lo menos tenerlo a la vista, poder tocarlo, saber que lo puede cuidar. El cuerpo de la madre espera tener encima a su cría. El contacto precoz e ininterrumpido es esencial para el establecimiento de la lactancia.

Restringir el contacto entre madre e hijo a un horario de visitas no solo pasa por alto las necesidades fisiológicas de ambos es esta situación tan especial, sino que viola las leyes vigentes, tal como recalca esta mamá en su comunicado.

¡Que no os separen!


Atención al neonato en el hospital de Ávila

"Tres años después del nacimiento de mi hijo en Ávila y en vista del tratamiento recibido en el servicio de neonatos, el estándar en muchos hospitales de nuestro país, decido poner una reclamación.

Me consta que en obstetricia han dado grandes pasos en cuanto a la humanización del nacimiento, pero en pediatría siguen en sus trece, infantilizando a los padres, separando a madres y bebés en neonatos y haciendo lo que les da la real gana.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Esta es la primera parte, seguiremos informando"

Cristina Delgado

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Para leer los documentos del caso:

  • Carta de la madre al hospital (10 de septiembre de 2014), con repuesta posterior (29 de septiembre de 2014)
  • Hoja informativa para los padres, de la Unidad de Neonatos del hospital de Ávila

Para leer más:

Homenaje a la piel. Sobre la conferencia del Dr. Nils Bergman en Madrid. 5 de Marzo de 2014

Campaña ¡Que no os separen! (2008)

Campaña Unidos en Neonatos (2012)

La profesión de ginecólogo según Bill Cosby

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Por L.P.

The Cosby Show (La hora de Bill Cosby en España) es una serie de televisión norteamericana protagonizada por Bill Cosby. Se estrenó en Estados Unidos en 1984 en el canal NBC, y se emitió posteriormente en nuestro país. La serie narra la vida de los Huxtable, una familia afroamericana de clase media-alta que vive en Nueva York. El padre de familia, Clliff, protagonizado por el mismo Bill Cosby, era ginecólogo de profesión.

El fragmento de la serie que hemos rescatado de Youtube presenta un diálogo entre el padre y una niña (¿amiga de la hija menor de la familia?). En él, ante la curiosidad de la pequeña acerca de su profesión, Cliff/ Bill Cosby le explica a qué se dedica: es “médico de mujeres” y su trabajo consiste en lo siguiente:

  • Y esta es mi oficina.
  • ¿Y tú qué haces?
  • Soy un médico de mujeres.
  • ¿Y qué haces con ellas?
  • Las asisto en sus partos.
  • ¿Las asistes?
  • Cuando la mujer tiene el bebé dentro de ella, entonces yo me meto y lo saco.

Más gráfico, imposible. Él se mete y los saca. Así, por las buenas. Sin pedir permiso ni dar explicaciones. Lo más grave de todo es que esta serie es de los años 80, pero estoy segura de que este fragmento de diálogo tampoco le hubiera chirriado a casi nadie si hubiese sido estrenada en nuestros días.

Miedo a hablar

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Por Arancha G. y Hortensia M.

En ocasiones, en las reuniones abiertas de Grupos Locales de El Parto es Nuestro, hay mujeres que no se atreven a hablar. Hay muchos motivos por los que una mujer no desea hablar.  A veces llegan con un dolor tan grande que acuden a muchas reuniones antes de encontrar las fuerzas necesarias para compartir. Hacerlo no es obligatorio.

Pero a veces una mujer se presenta, comenta que su parto estuvo bien, bueno, si, bien, quizá hubo cosas que no me gustaron, pero, bah, es cosa mía. Pero le cuesta decir qué sintió, qué no le gustó. La invitamos a compartir, y eligiendo con sumo cuidado las palabras, comenta que se informó muchísimo, que sabía lo que quería evitar, que sabía lo que buscaba y que terminó eligiendo un profesional o un equipo, de parto hospitalario o domiciliario, en quien confió en gran medida porque pensaba que tenía el reconocimiento de todo el entorno de los partos respetados.

Matronas, ginecólogos, hospitales, clínicas. Lugares y profesionales en los que, y con los que, muchas mujeres cuentan experiencias gozosas en las listas de correo, en testimonios, en internet. Pero a ellas… a ellas no les gustó. Y no saben si en una reunión de El Parto es Nuestro pueden compartir esa sensación. No saben si las mujeres que asisten a la reunión, si las socias, si las coordinadoras, aceptarán o entenderán que a ellas no les gustó. Se disculpan constantemente, será cosa mía… Saben que a su alrededor hay mujeres que han parido gozosamente con esas personas, en esos lugares, o que van a hacerlo, pero ellas sienten que ese momento les ha sido robado, y necesitan ayuda para saber si fue culpa suya. Parecieran pedir permiso para poder sentirse mal por su parto.

Por favor, si habéis tenido una experiencia no satisfactoria con un profesional, independientemente de la fama o renombre que creáis que tiene, contadlo. Las mujeres para elegir necesitan, necesitamos, saber, saber qué cosas no han gustado, que cosas se han hecho mal.

Si no conocemos nuestras opciones, no podemos elegir.

Si no contamos lo que no nos ha gustado, dejando atrás esa sensación de culpa que a veces arrastramos, nos será difícil sentirnos acogidas.

Si no compartimos nuestro malestar, no avanzaremos.


Encuentra tu Grupo Local más cercano aquí.

Para leer más:


La maternidad vuelve a ser cosa de madres

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Mariona Visa y Cira Crespo cuentan en 'Madres en red' cómo las mujeres han recuperado, con la ayuda de Internet, el relato de la experiencia maternal, tradicionalmente difundido por médicos, instituciones y medios de comunicación.

[Foto del encuentro de la red de ENCA, Viena 2012. Fuente: banco de imágenes de El Parto es Nuestro]

[Fragmento de la entrevista, publicado en Público.es, el 22 de septiembre de 2014]

¿Que las mujeres recurran a Internet para informarse quiere decir que los hospitales no están informando adecuadamente?

Cira: Hay de todo, pero ahora mismo estamos viviendo un momento de cambio en el que las mujeres están volviendo a ser protagonistas del proceso. Anteriormente, hace medio siglo, las mujeres no contaban para nada. Se les quitó todo el poder de decisión respecto al parto. Se consideró que el conocimiento que tenían las mujeres era un conocimiento popular, poco científico, y se descartó. Perdieron valor las matronas que ejercían en los pueblos y la lactancia llegó a estar mal vista porque es algo demasiado natural. Ahora, hay hospitales que han cambiado sus protocolos de atención al parto a raíz de cambios impulsados en la blogosfera.

¿Estáis de acuerdo? ¿Creéis que la maternidad vuelve a ser cosa de madres? ¿Opináis que ha mejorado la atención al parto y el respeto por la mujer? ¿Creéis que ello ha sido impulsado por la voz de las usuarias a través de los medios de comunicación social? ¿Creéis que los hospitales están haciendo lo suficiente para contribuir al cambio?

Sobre la negación del embarazo

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Queremos compartir hoy uno de los temas olvidados de la maternidad: la negación del embarazo. Se trata de una patología psíquica grave, enraizada en episodios altamente traumáticos vividos por la madre en su primera infancia. Como estos casos demuestran, los efectos del abuso, cuando no son diagnosticados y tratados desde la salud mental, pueden tener efectos a largo plazo no solo en la propia vida, sino también en la de los hijos.

Ibone Olza, cofundadora de esta asociación, escribió hace 2 años sobre el tema, aquí podéis leer su texto:

La negación del embarazo, blog de Ibone Olza, psiquiatra perinatal. 30 de noviembre de 2012.


Para leer más:

Ingreso conjunto en el Hospital Virgen de Camino (Pamplona)

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Hoy compartimos un mensaje de esperanza: otro avance más en los derechos de los menores en nuestro país, esta vez, en el complejo hospitalario de Navarra.

En este caso, el hospital avisó a Laura, madre de un bebé lactante, de que debía ingresar por una operación quirúrgica programada, y dado que vive a unos 100km del hospital y que su hija que se alimenta exclusivamente del pecho, Laura solicitó el ingreso conjunto. Ante la negativa por parte de los médicos, habló con la abogada de la asociación El Parto es Nuestro, Francisca Fernández, y contactó con gerencia que finalmente veló por los derechos de la menor. Nos cuenta Laura:

“Desde atención al paciente me derivaron a la trabajadora social y aunque ella lo intento todo, el médico se negó porque para poder acceder a mi petición tenían que ingresarme en otro edificio del complejo hospitalario, por lo que los médicos tenían que desplazarse a visitarme para hacerme las curas y revisiones pertinentes. Ante la negativa del médico la trabajadora social se movilizó para buscar otras soluciones que al final no fueron necesarias, ya que al haber escrito el correo a gerencia estos decidieron que tenía razón y le impusieron su criterio al doctor.”

Por desgracia, seguimos hablando de casos aislados que siempre implican que la madre esté informada y haya solicitado con antelación el ingreso conjunto, a veces con ayuda profesional externa, consultando sus derechos.

Porque la gran cuestión es: ¿hasta cuándo tendremos que luchar por los derechos de nuestros bebés en el hospital y normalizar esta situación de respeto de las necesidades de un bebé?

Queremos aprovechar esta publicación para mandar un mensaje de agradecimiento a la gerencia del complejo hospitalario de Navarra, que ha hecho posible el ingreso conjunto de Laura y su hija.

¡Gracias!

La Junta de El Parto es Nuestro


Para leer más:

¿Piel con piel?

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Por Ángeles Cano

[Foto "Piel con piel tras el nacimiento", cedida por Adriana A. Fuente: banco de imágenes de El Parto es Nuestro]

“Sí, sí, en nuestro hospital ‘hacemos el piel con piel’ con todos los bebés”. Resulta que cuando preguntas un poco más salen detalles a la luz que poco tienen que ver con el contacto precoz piel con piel tras el nacimiento.

Piel con piel NO significa “piel con paño verde”, ni “piel con toalla”, ni “mejilla con mejilla”, ni “besito y a la cuna térmica para procedimientos varios”, ni “dejárselo un momentito a la mami”, ni “entregárselo a la madre una vez bañado y vestido”.

Piel con piel es poner al bebé desnudo sobre el torso o más bien el pecho desnudo de la madre. (Y tapar a ambos, claro que sí, para que no se enfríen.) La piel es el órgano más grande que tenemos, pero parece que nos olvidamos de que es un órgano con unas funciones realmente sorprendentes. Un recién nacido, pero sobre todo un bebé pre- y por ello inmaduro, necesita el contacto con la piel de la mamá para sentirse sostenido y poder “sentirse bien en su propia piel”.

En el caso de un nacimiento por cesárea, ello requeriría de que la madre no esté con las manos atadas (práctica inadecuada que se sigue practicando por protocolo en algunos centros) para poder abrazar, coger y sostener a su bebé una vez colocado sobre su pecho (la pareja o acompañante, o bien alguien del personal sanitario, puede hacer de soporte para la madre en este momento)

El contacto íntimo `piel con piel` no solo es la primera necesidad de un recién nacido, sino una terapia integral para todos los bebés, enfermos o no, prematuros o no.


Para leer más:

Homenaje a la piel. Sobre la conferencia del Dr. Nils Bergman en Madrid, 5 de Marzo de 2014. 

La cosa que somos

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En el video, a partir del minuto 48 podréis ver como se atiende "un parto normal" en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona. El ginecólogo mete sus dedos en la vagina de la mujer-muñeca tumbada como si fuera un acto puramente suyo, una acción que le pertenece, sin percatarse, se da a entender por su actitud, que la vagina corresponde al cuerpo de una mujer, aquí representada por un muñeco. El periodista afirma que las matronas son la mano derecha de los ginecólogos. Se vislumbra una Maniobra de Kristeller por parte de la matrona; y el bebé está “trapo con trapo” en lugar de piel con piel. De fondo de la entrevista, vemos imágenes de recién nacidos maltratados y llorando, como si fuera lo más normal del mundo. Y lo más impactante de todo: esa mujer-cosa puesta ahí encima, con sus genitales a la vista de cualquiera, desprotegida, sin voz, sin nada, como las de verdad. O mejor aún, porque está calladita y rasurada, para no incomodar la vista ni el oído de quien tenga que atenderla.

Es alarmante que este sea el ambiente en el cual se sigue enseñando como atender un parto y tratar a una mujer. Se está enseñando a atender partos desde la falta de respeto a la mujer, desde la violencia obstétrica y el alarmante descuido de las necesidades del parto fisiológico.

Después de las recomendaciones de la OMS de hace más de cuarto de siglo, después de la Estrategia de Atención al Parto Normal en el Ministerio de hace 7 años, realizada con el consenso de las 17 consejerías, de las sociedades de profesionales, y de las asociaciones de mujeres, después de todo eso, en el Sant Joan de Deu de Barcelona todavía están atendiendo partos así y las mujeres somos cosas. Se enseñan protocolos que deberían ya de ser obsoletos ya que la evidencia ha demostrado que su aplicación generalizada lleva a complicaciones en el parto. La mujer es atendida según estos protocolos que ponen en riesgo su vida y la de su hijo, y que ignoran las necesidades fisiológicas del parto. No es solo la falta de respeto con la mujer y su cuerpo, sino también la litotomía forzada (tumbada e inmovilizada), piernas atadas... posición que anula el cuerpo de la mujer, dejándola como objeto pasivo de su propio parto, y forzando al bebé a realizar un descenso contra la fuerza de la gravedad.

En esta situación, el bebé no puede nacer y hay que “extraerlo”, convirtiendo así el parto en un momento donde el protagonista es el sanitario. A la mujer se le debe, entonces, “hacer el parto”, jerga extensamente usada que pone de manifiesto la actitud patriarcal de que el parto es del sanitario y la mujer el objeto pasivo sobre el cual se actúa. Queda en evidencia que la violencia obstétrica es, en este hospital, un hecho cotidiano, común y corriente, al mostrar orgullosamente su falta de respeto en una televisión de alcance nacional.

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