Nos hacemos eco hoy de un texto titulado "Papá y mamá, ¿aún dejáis solos a vuestros hijos en las pruebas o tratamientos médicos?", escrito por Armando para el blog "Bebés y más", y que reproducimos a continuación.
[Foto cedida por Elsa Rouvière para El Parto es Nuestro]
Es interesante hacernos esta pregunta, ya que no se trata de que "alguien nos permite" o "nos deja" acompañar a nuestros hijos, sino que, como bien dice Armando, darle la vuelta a la pregunta y cambiar por completo la perspectiva sobre este asunto.
"Bueno, pues vamos a pinchar a Blanca... Mamá, ¿esperas un momentito fuera?". Entre el "Sí, claro... Cariño, tranquila, que estoy aquí fuera y ahora entro" y el "No, prefiero quedarme con ella para que esté más tranquila" hay un abismo de diferencia, y quizás no sea el que pensáis: en el segundo casose está respetando un derecho de la niña, que no de la madre.
Recientemente se ha publicado un estudio que muestra cómo ha mejorado el cumplimiento de los derechos de los niños en algunos hospitales de España, y ahora hablaré de ello. Sin embargo queda aún mucho camino por recorrer porque la circunstancia del párrafo anterior se sigue dando más de lo que debería y la respuesta sigue siendo la equivocada, al igual que la pregunta. Así que para que vayáis pensando un poco en ello os hago yo una directa: papá y mamá, ¿dejáis solos a vuestros hijos en las pruebas o tratamientos médicos?
¿La pregunta del profesional es equivocada?
Lo acabo de decir, la pregunta es equivocada porque se hace a la persona que no es. Estamos hablando de un derecho de los niños. Según los Derechos del Niño Hospitalizado, que datan de 1986, un niño tiene derecho "a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital, sin obstaculizar la aplicación de los tratamientos necesarios para el niño". Así que es a la niña a quien hay que preguntar: "Blanca, cariño, te tenemos que pinchar y duele un poco... ¿prefieres que se quede mamá o mejor que espere fuera?". La respuesta de Blanca puede ser un "prefiero que se quede" o bien dar un salto hacia su madre, en modo koala, y llorar sin soltarse. Ambas respuestas dicen lo mismo: "que se quede". Algún despistado dirá que prefiere que mamá se vaya, pero son tan minoría, que es casi absurdo preguntar.
Solo en casos donde la intervención es muy importante, como cuando se realiza una reanimación cardiovascular a un niño para tratar de salvarle la vida o circunstancias similares habría que preguntar a los padres qué prefieren, si quedarse o salir.
Qué dice el estudio
Pero vamos al estudio y hablamos más extensamente de ello. Investigadores del Hospital Universitario de Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat, Barcelona, analizaron las políticas de 22 hospitales españoles con servicio de urgencias con el fin de saber si los padres estaban presentes en las pruebas, cuál era la opinión de los profesionales al respecto y ver si con el tiempo esto cambiaba. Para ello hicieron encuestas en el año 2008 y en el año 2012.
En dichas encuestas hablaron de procedimientos invasivos definiéndolos de la siguiente manera: procedimientos poco invasivos (extracción de sangre, colocación de vía periférica, sondajes vesical y gástrico), moderadamente invasivos (punción lumbar, sutura de heridas, reducción o tracción esquelética) y muy invasivos (toracocentesis, intubación endotraqueal y maniobras de RCP).
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo primero con las tablas de los resultados y así los comentamos de manera más clara:
Sorprende que en 2008 ocho de los 22 hospitales no daban pie en ninguna situación a que los padres estuvieran con los niños. Simplemente se les echaba (invitaba a salir) para realizar los procedimientos solo con los niños. Por suerte, en solo 4 años esto ha cambiado y ya no hay ningún hospital que se niegue a que todas las intervenciones sean sin los padres.
Sin embargo, eso no quiere decir que no haya todavía camino por recorrer. A la hora de realizar analíticas de sangre, solo 10 permitían a los padres estar con los niños en 2008 y son 19 los que lo permiten en 2012, pero aún quedan tres que deberían cambiar las políticas. Una extracción de sangre es un procedimiento molesto y doloroso para un niño y nunca, nunca, debería vivirlo sin el apoyo de alguien de confianza, que luego pasa lo que pasa, que le cogen miedo, por no decir pavor, tienen un recuerdo traumático de la infancia toda la vida y llegan a la edad adulta diciendo eso de "a mí es que las agujas...", llegándose muchos a desmayarse con solo sentir el pinchazo.
Si miráis el resto de la tabla, lo mismo. Ha mejorado mucho, pero es que en 2008 los números eran lamentables. En 2012 mejor, pero como digo, queda mucho por recorrer. A la hora de suturar heridas, por ejemplo, lo mismo, quedan siete hospitales que lo hacen sin los padres.
Lo curioso es que en los tres procedimientos más invasivos, de ningún hospital han pasado a dos que sí permiten a los padres quedarse (no esperaba que esto mejorara). Son pruebas o procesos muy serios, en los que la vida del niño corre peligro. Obviamente no se puede obligar a nadie a estar ahí, pero seguro que más de un padre querrá estar presente incluso entonces, y por eso creo que se le debe dar opción a ello (a menos que su presencia dificulte el trabajo de los profesionales, ya que son momentos muy difíciles).
Pero, ¿por qué no pueden estar los padres con sus hijos?
Llegará un día en que miremos al pasado y nos preguntemos esto mismo: ¿no podían entrar? ¿por qué? Y la respuesta la tenéis en la siguiente tabla del estudio:
En 2008 se decían unas cosas y en 2012 la cosa ha cambiado bastante. Parece ser que los profesionales han visto que en realidad los padres no son tan neandertales y son capaces de controlar sus nervios en beneficio de la tranquilidad del niño, que prefiere estar acompañado. De igual modo, los profesionales han sabido responder a esta situación y son capaces de trabajar mientras los padres están presentes, y cada vez se utiliza menos dicho argumento. En referencia a los nervios de los niños, que por lo que veo se utilizaba ya poco en 2008, ahora solo un hospital habla de ello.
En lo personal, cuando me he encontrado con situaciones así, se suelen dar varios argumentos, que son los comentados, que los niños están más tranquilos solos, que es mentira, pues están en todo caso acongojados (o acojonados), que los padres vamos a molestar, impidiendo a los profesionales hacer su trabajo, que también es mentira hasta que se demuestre lo contrario y a veces me han dicho también lo de la asepsia, algo así como si por mi culpa el niño fuera a infectarse de algo por mi sola presencia, que también es mentira, a menos que me ponga a tocar ahí donde estén trabajando, que no es el caso.
¿Os dejan quedaros con vuestros hijos?
Así que después de ver esto os pregunto: ¿os dejan quedaros con vuestros hijos cuando les van a hacer alguna prueba o tratamiento invasivo? Porque si no se trata de un proceso muy grave, que también, deberían hacerlo sin invitar a nadie a salir fuera. Es vuestro hijos, sois sus padres y tutores y sois responsables de ellos incluso en ese momento. La medicina paternalista, esa en que los profesionales sanitarios se hacen cargo de la situación por completo desde el momento en que entras en el hospital, sabiendo más de cómo va a comportarse los padres o el hijo que ellos mismos, hace tiempo que quedó atrás. Y si aún quedan resquicios, deben ir desapareciendo.
Señal de ello es el cambio de mentalidad que se observa, pasando de una época en que los padres pueden estorbar y los niños ponerse más nerviosos en su presencia a una en la que la presencia de los padres es positiva porque ven lo que pasa, porque los niños están acompañados en todo momento y porque en el futuro quizás seamos vistos, los de blanco, menos como "esos que hacen daño y te tratan como a cosas".
Además, a medida que los profesionales se van acostumbrando a trabajar con la presencia de los familiares, mejora la comunicación, mejora el trato con el niño (que ya no relaciona su llegada con la salida de sus padres de la habitación) y mejora así el trabajo.
Ahora bien, todo hay que decirlo. Los responsables del estudio recibieron respuesta de sus encuestas de 22 hospitales de España, pero ellos enviaron las encuestas a un total de 42 hospitales. ¿Qué datos tendríamos ahora si todos hubieran respondido? ¿No respondieron porque no estaban interesados en el tema o porque no creen que los padres deban estar presentes en ninguna prueba? Digo esto porque, por desgracia, se siguen viendo casos penosísimos de hospitales que no dejan estar a los padres ni siquiera cuando el niño está simplemente ingresado, con horarios de visita más restrictivos que si de una cárcel se tratara.
Esto debe cambiar. Ya lo está haciendo, como hemos visto, pero queda aún mucho por recorrer ynadie mejor que vosotros, los padres, para luchar por ellos. Son vuestros hijos, vuestra responsabilidad, y es su derecho que les acompañéis en esos momentos tan duros.
"Es que un niño no puede entender que le hagamos daño y estando delante no hagáis nada por evitarlo", me dijo un médico después de poner un punto de sutura a mi hijo en nuestra presencia, tras una larga discusión porque no salíamos del cubículo de Urgencias. "No, lo que no puede entender es que le hagáis daño y nosotros no estemos presentes para darle ánimo y cariño", respondimos.
Más información | Anales de Pediatría
La Carta Europea de los Derechos de las Niñas y los Niños Hospitalizados (aprobada por el Parlamento Europeo el 16 de junio de 1986) recoge expresamente "el derecho del niño a estar acompañado de sus padres o de la persona que lo sustituya, el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital no como espectadores pasivos, sino como elementos activos de la vida hospitalaria".
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y la Declaración de los Derechos de los Niños (aprobada el 20 de noviembre de 1959 por la ONU) también hacen especial hincapié en la protección de los niños hospitalizados o enfermos.
En España, el 23 de julio de 2013, el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de
Salud, presidido por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, acordó los criterios comunes sobre UCIs pediátricas y neonatales (https://www.msssi.gob.es/gabinete/notasPrensa.do?id=2937):
“(…) se promoverá que la madre o el padre, si así lo desean, puedan permanecer con su hijo hospitalizado en estas unidades las 24 horas del día.
Asimismo, se prevé que puedan acompañarles durante las pruebas médicas por las que antes tenían que pasar solos, especialmente si se trata de pruebas dolorosas o estresantes, siempre que las recomendaciones clínicas lo permitan.
Se reconoce así el papel esencial que tiene la familia durante el ingreso del menor y para su recuperación.”