Durante años he coordinado el proyecto de la asociación El Parto es Nuestro llamado “Descubriendo la Maternidad”. Este proyecto trata de acercar a los niños a los procesos de embarazo, parto y lactancia materna desde un enfoque saludable.
El punto del que partimos para explicar todos estos procesos es simple: somos mamíferos y nos compartamos como tales. Los mamíferos maman, su primer alimento es la leche, pero no una leche cualquiera, si no la que producen sus madres. La leche materna humana no es que sea la mejor en términos absolutos, es la mejor para los seres humanos porque es “nuestra” leche, está diseñada para nosotros y nuestras necesidades. La lactancia materna es lo más adecuado para los bebés humanos y dar el pecho es lo más natural. Estas son unas conclusiones lógicas, avaladas por las autoridades sanitarias, que se tratan de hacer ver a los más pequeños con los talleres, utilizando como apoyo el ejemplo animal a través de imágenes de otros mamíferos mamando de los pechos de sus madres.
Hace poco mis hijos cogieron de la biblioteca municipal un libro de poesías de animales de Gloria Fuertes, entre las cuales encontré una titulada “Doce Cerditos” que gira en torno a este tema. Me ha parecido un material muy interesante e ilustrativo y por eso quiero compartirlo.
Doce cerditos
Ocho tetitas
tiene mi cerda,
ocho tetitas
- y orgullosa de ellas.
Doce lechoncitos
tuvo mi cerda,
ocho están gorditos
y los otros dan pena.
Cuatro biberones
para los lechones
prepara la abuela,
los cría uno a uno
con santa paciencia,
con mucho cariño,
con leche de oveja.
Los cuatro cerditos
no pueden crecer
(biberón de oveja
no les sienta bien).
En vez de gruñir
sólo dicen ¡beee!
Si bien como dice el poema y apunta también la psiquiatra Ibone Olza en esta entrada de su blog, es posible y deseable dar un biberón como si fuera el pecho, “con santa paciencia y con mucho cariño”, sin embargo la composición de las leches es diferente y por tanto no nos sientan igual. Por mucho que la industria farmacéutica y alimentaria lo intente, la leche de vaca modificada nunca será igual que la que producen los pechos de las hembras humanas.
“La lactancia artificial es el experimento más duradero sin grupo de control ni consentimiento informado en la historia de la medicina”. Esta frase es de Frank Oski (1932-1996), catedrático de pediatría de la Universidad John Hopkins y editor de la revista Pediatric. Los efectos en la salud de tomar leche de otra especie, si bien no son siempre evidentes ni inmediatos, son cada vez más conocidos como ponen de manifiesto multitud de estudios científicos, pero probablemente no conocemos todavía en profundidad las repercusiones de este fenómeno.
Mugir, no mugimos como balan los cerditos de la poesía, pero si no conseguimos recuperar la “cultura de la lactancia materna” quien sabe en el futuro que pasará.
Por Candy Tejera
Para leer más: "Riesgos de la lactancia artificial. Por la Asociación Española de Pediatría", Blog La Casa de las Mamás, 9 de enero de 2011.