[Fuente cartel de la campaña: http://www.who.int/campaigns/world-blood-donor-day/2014/poster-es.jpg?ua=1]
El 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre con el lema «Sangre segura para salvar a las parturientas». El objetivo de la campaña de este año es sensibilizar acerca de «la importancia del acceso a sangre y productos sanguíneos seguros en todos los países en el contexto de la prevención de la mortalidad materna», originada en las hemorragias graves durante el parto y el puerperio (25% de las muertes maternas, Informe sobre la salud en el mundo 2005 - OMS), que también implican morbilidad y discapacidad a largo plazo. Los países en desarrollo son los más afectados, representan el 99% de las muertes maternas en el mundo: más de la mitad de estas muertes se producen en el África subsahariana y cerca de un tercio en Asia Meridional (ver mapa).
«Las adolescentes menores de 16 años corren un riesgo de defunción materna cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años» (James E. Rosen, investigación del departamento de Reducción de los riesgos del embarazo de la OMS).
No todas las menoresde 16 años son adolescentes. Muchas son niñas. Niñas casadas precozmente –y violadas–.
Cada año dan a luz alrededor de 16 millones de adolescentes entre los 15 y los 19 años. El 95% en países en desarrollo donde «las adolescentes pueden estar bajo presión para casarse y tener hijos temprano» (el 30% se casa antes de cumplir los 18 y cerca del 14% antes de los 15) o bien «no ser capaces de rehusar relaciones sexuales no deseadas o bajo coacción», como revela el estudio «Prevenir el embarazo precoz y los resultados reproductivos adversos en adolescentes en los países en desarrollo: las evidencias». En estos países y en este rango de población, las complicaciones del embarazo y del parto son las causas principales de muerte.
Es necesario concienciar sobre la urgencia del cambio de prácticas culturales arraigadas que avalan el matrimonio temprano, cuando en realidad, las niñas no tienen aún las condiciones físicas ni mentales para tener hijos.
«Los cuerpos más jóvenes no están plenamente desarrollados para pasar por el proceso del embarazo y el parto sin consecuencias adversas. Las madres adolescentes se enfrentan a un riesgo más alto de parto obstruido que las mujeres de veinte y tantos [sic] años. Sin una atención obstétrica de urgencia adecuada, esto puede conducir a la ruptura del útero, que conlleva un alto riesgo de muerte tanto para la madre como para el bebé. Para aquellas que sobreviven, el trabajo prolongado de parto puede causar una fístula obstétrica, que es un desgarro entre la vagina y la vejiga o el recto» (Embarazo en adolescentes: un problema culturalmente complejo).
Otro cambio fundamental es la postura ante las relaciones sexuales bajo coacción. Se trata de un cambio de mentalidad del conjunto de la sociedad que se inicia con legislación y su aplicación: perseguir y penar estos abusos, de forma que las víctimas no se sientan desamparadas y se pueda hacer justicia.
Sangre segura para las parturientas, sí, pero primero, parturientas cuyos cuerpos estén preparados fisiológicamente y no hayan sido ultrajados.