Titulaba Carme Chaparro (YO DONA, 12 de octubre de 2013) “Parirás con dolor” una columna de opinión sobre el uso o no de epidural en el parto. Una moda, según ella, que compara con no usar anestesia en la extracción de una muela o con la falta de asepsia propia de otros siglos. Es tan grave que salga un artículo tan poco documentado en una revista de tirada nacional, que no quiero dejar de remitir aquí a su autora a los numerosos estudios científicos que hablan sobre la analgesia y anestesia durante el parto y sus efectos secundarios.
De hecho, en la Guía Práctica Clínica de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad podemos leer:
La analgesia epidural produce un incremento significativo de hipotensión, fiebre materna, retención urinaria (310;341).(p. 230)
Sin hablar de los efectos secundarios en el bebé, como las bradicardias, que en sí mismas no causan morbilidad infantil ya que esto se solventa con una cesárea de urgencia.
- Labour analgesia. A risk-benefit analysis.
- Prolonged fetal bradycardia during epidural analgesia. Incidence, timing and significance.
- Pain management for women in labour: an overview of systematic reviews.
No hay que olvidar además que una mujer comienza con contracciones mucho antes de estar de parto, antes incluso de empezar a dilatar, cuando el cuello del útero empieza a ablandarse y a borrarse, por lo que no se debe engañar a las mujeres: a pesar de la epidural, si las contracciones son dolorosas, habrá que soportar dicho dolor antes de poder tener acceso incluso al hospital.
No quiero dejar de recomendarle que se informe sobre la sexualidad femenina y el proceso fisiológico del parto donde podrá aprender cómo biológicamente el cuerpo de la mujer está preparado para segregar las hormonas necesarias para parir sin necesidad de epidural. Hay mucha bibliografía al respecto de profesionales médicos (como el doctor Michel Odent) que la animo a buscar en cualquier biblioteca o librería.
Aprovecho también para mencionarle, ya que habla de feminismo, que es el patriarcado quien ha hecho a la mujer llegar al desconocimiento total de su cuerpo, quien ha relegado su papel en el parto y en su vida sexual. Hay múltiples escritos feministas sobre este hecho que recomendarle como lectura, pero me voy a quedar con la gran Casilda Rodrigáñez y el libro que da título a este post: Pariremos con placer, con el deseo profundo de que haya llegado a pocas mujeres su tan desinformado artículo.
La epidural, por Ascensión Gómez.