Al empezar este año, muchos son los buenos deseos para todos, muchas las nuevas intenciones, los grandes retos de inicio de año.
En relación al parto, tengo la misma sensación que en relación a otros campos de la vida: los deseos se repiten año tras año, como los buenos días a Bill Murray en el Día de la Marmota:
- Apuntarme a un gimnasio y meter el deporte en mi rutina.
- Que baje el paro.
- Que disminuyan las “inne- cesáreas”.
- Salud para toda mi familia.
- Un viajecito inesperado en primavera.
- Que cada bebé que nazca este año llegue rodeado de amor y respeto.
- Stop a los excesos en general.
- Que a mi vecina no le casquen otros fórceps, que se quedó destrozada con su hija mayor.
- Que consigamos hacer un lobby efectivo y real en todo el mundo, para que las mujeres recuperen el acto de parir.
- Que mi madre salga bien de la operación de rodilla.
- Que sigamos teniendo el (poco) trabajo que tenemos ahora en el estudio, incluso que aumente, si no es pedir demasiado.
- Empezar a cocinar más y mejor en casa.
- Llevar más a mis hijos a los museos y actividades culturales.
- Terminar los nuevos folletos de El Parto es Nuestro y la web de cesáreas.
Y un etcétera muy largo en el que conviven unas realidades cotidianas con otras.
La cotidianidad de las cesáreas, de las episiotomías, de los partos no respetados, de los bebés separados en tantos hospitales, la realidad del discurso asimilado superficialmente por todos los profesionales de la obstetricia respecto al protagonismo de la mujer, la constatación de tantas madres solas en sus puerperios, de tantos fracasos en las lactancias, la realidad de tantos perinés abiertos… nos hace seguir en la brecha, renovar energías, respirar hondo, mirar al recién estrenado año 2013, remangarnos y repetirnos que este es el año en que todo eso va a pasar a ser historia.
Porque este activismo por partos y nacimientos respetados desgasta mucho, pero también nos recomponemos con extrema facilidad y energía, sabedoras de que la razón, el sentido común y la justicia están en esta causa.
Por todo ello seguimos cambiando las cosas, seguiremos este año llamando a las conciencias y corazones de los profesionales y de las madres y padres. Porque este año la asociación cuenta con una junta recién renovada cargada de energía y sensatez; porque este año El Parto es Nuestro va a abrir sus fronteras a otras partes del mundo, porque este año se aprueba la Guía de Práctica Clínica del Embarazo y Puerperio, porque este año estamos trabajando en campañas de concienciación como “Stop Kristeller”, “Unidos en Neonatos”, “Planes de Parto”; porque este año muchas más mujeres y hombres acudirán a nuestras reuniones para sentirse escuchados y acompañados en sus procesos de maternidad y paternidad.
Sí, este año 2013 seguimos teniendo mucho trabajo, lo sabemos, pero en vez de desesperarnos ante lo que aún falta, miramos atrás y vemos el largo camino ya recorrido, y miramos a los lados para descubrir que somos cada vez más.
Contamos contigo.