"Call the midwife"
Esta serie inglesa comienza cuando Jennifer, una joven matrona, llega a su nuevo trabajo en una Maternidad del degradado East End londinense.
En este primer capítulo atiende a tres mujeres en sus domicilios.
La historia que más me ha conmovido es la de la tercera de ellas, Conchita, una mujer española casada con un inglés que da a luz a su vigésimo cuarto hijo, nacido a las treinta semanas.
Cuando el médico de guardia acude a su domicilio y le indica que tiene que ingresar al bebé, ella abraza al niño con fuerza y declara con firmeza "No, él se queda conmigo. Yo soy su hospital y él es mi sangre."
En las siguientes revisiones se ve cómo ella y su marido cuidan al niño y este crece con normalidad. En cierta ocasión él comenta que una vez vio a un bebé en la incubadora en las noticias y lo triste (lonely) que estaba.
Jennifer, con voz en off, cierra con esta reflexión:
"Había empezado a ver lo que el amor podía hacer... Tenía el poder de salvar..."
¡Que todas seamos Conchita!