Publicamos hoy un tema de gran actualidad...¡mañana comienza el Puente de Todos los Santos!
No es ningún secreto: en Estados Unidos, escoger la fecha de cumpleaños del bebé es una práctica tan habitual que llegará el momento en que su constitución lo recoja como derecho en una enésima enmienda.
Como curiosidad, Amitabh Chandra de la Universidad de Harvard se ha tomado la molestia de recoger en un gráfico los datos referentes a los nacimientos de bebés en Estados Unidos entre 1973 y 1999 para mostrar de un golpe de vista qué días del año son los que registran más nacimientos y los que menos. Los resultados a mí no me sorprenden demasiado… ¿Y a vosotras?
Mirando la tabla, vemos que septiembre es un mes prolífico en nacimientos. La verdad es que las vacaciones de Navidad son un buen momento para achucharse, sin duda; doy fe de ello porque mi segundo hijo nació ese mismo mes. En general, el verano está bastante concurrido, supongo que porque en otoño comienza a hacer fresquito y el calor humano es una calefacción ecológica y divertida...
Me llaman más la atención las “ausencias”. Esos huecos blancos que dicen “hoy no nace aquí nadie”. Enero está flojito, flojito, desmintiendo eso tan popular de “la primavera la sangre altera”. Será que allí hay mucho alérgico y los antihistamínicos dan sueño…
Hay otros huecos aún más resultones; por ejemplo, repasemos tres fechas importantes en EE.UU. y veremos cómo esos días está “prohibido” nacer.
En primer lugar, el 4 de julio. El Día de la Independencia es para contemplar los fuegos artificiales y disfrutar de la fiesta. Llamativo es el color casi blanco de los días 4 y 5, tanto que nos lleva a pensar (soy muy malpensada, lo sé) que quizá algunos obstetras podrían estar programando los partos de sus pacientes para no perderse la celebración…
Para la siguiente fecha curiosa os doy una pista: se celebra el cuarto domingo de noviembre, es decir, entre el 22 y el 28, si las cuentas no me fallan, y es Acción de Gracias. ¿Veis toda esa semana en blanco? Yo lo entiendo, de verdad, es que debe de ser un rollo estar cenando tu pavo relleno de salsa de arándanos y que te llamen justo antes de los postres porque una parturienta inoportuna ha dejado que su bebé salga al mundo cuando a él le dé la real gana. Hay que organizarse, por el bien de todos.
Y, por último, Navidad. Igual es que por allí está feo nacer el mismo día que Jesucristo, así que de nuevo nos encontramos con unos días de poco trabajo en paritorios. La que quiera emular a María puede hacerlo en un pesebre, pensarán algunos obstetras, pero a mí que me dejen cenar tranquilo.
Luego dirán que no se programan partos por conveniencia (sea de los doctores o de algunas familias mal informadas, que haberlas haylas), pero a mí viendo este mapa no me engañan… Es más, me apuesto lo que queráis a que si se hace un mapa similar con los datos de España en 2010, el 11 de julio no nació casi nadie… Sin embargo, nueve meses después seguro que hubo un “baby boom”.